Discrepo de los posicionamientos que privilegian “lo humano” sobre los demás modos de existencia. Creo que debemos reconsiderar seriamente nuestra relación con animales y plantas, y así, desde la justicia ecológica, me sumo a la crítica al antropocentrismo.
Mi trabajo muestra también el rechazo a la clasificación de las personas y animales como método de control. Soy contrario a las etiquetas y a los estereotipos que estas generan.
La construcción histórica del modelo humanístico tradicional nos ha conducido a prácticas de exclusión y discriminación social, por eso no soy partidario de las historias únicas.